Después de más de cinco meses de conflicto, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó su primera resolución solicitando un "cese al fuego inmediato" en la Franja de Gaza, una petición que ha sido bloqueada en varias ocasiones por Estados Unidos, aunque esta vez se abstuvo.
La resolución, respaldada por 14 votos a favor y una abstención, demanda un cese al fuego inmediato durante el mes de Ramadán, que comenzó hace dos semanas, con el objetivo de lograr una tregua duradera, y también exige la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, vinculó el cese al fuego con la liberación de los rehenes en sus comentarios posteriores a la votación, señalando que "un cese al fuego puede comenzar tan pronto como se libere al primer rehén". Insistió en que "este es el único camino para asegurar un cese al fuego".
Por otro lado, Francia instó a un alto el fuego permanente después del Ramadán, argumentando que "esta crisis aún no ha terminado". El embajador francés ante la ONU, Nicolas de Riviere, destacó la necesidad de que el Consejo se mantenga movilizado y vuelva a trabajar de inmediato.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) también celebró la resolución, pero subrayó la importancia de que la medida sea "permanente y sostenible".
El secretario general de la ONU, António Guterres, recordó la importancia de implementar la resolución, calificándolo como "imperdonable fracasar en ello". Desde Jordania, donde se encuentra en una gira por los países árabes vecinos de Palestina, Guterres solicitó la aplicación de la resolución, que había sido esperada durante mucho tiempo.
Estados Unidos había bloqueado previamente proyectos de resolución similares, pero esta vez se abstuvo en la votación, lo que no representa un cambio de política, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby. El gobierno israelí afirmó que la decisión perjudica sus esfuerzos contra Hamás y para liberar a los rehenes.