16 de Septiembre de 2024 a las 15:05

VAN 234 MONOS AULLADORES MUERTOS EN TABASCO, NI LAS LLUVIAS LOS HAN AYUDADO

25 de Junio de 2024 Nacional

Las lluvias no han ayudado a la población de monos aulladores en el sureste de México y solo “dan tiempo para emprender verdaderas acciones de conservación”, aseguró la organización no gubernamental Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (Cobius). Han fallecido 234 ejemplares a causa del golpe de calor, de acuerdo con las autopsias.

Los activistas indicaron que ha trabajado coordinadamente con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Tabasco y con las direcciones de Protección Civil de los municipios de Cunduacán y Comalcalco, así como con grupos voluntarios de distintas comunidades y estados para el rescate de monos aulladores afectados por los golpes de calor y otras situaciones.

Por medio de un comunicado, la asociación civil dijo que sus acciones han sido respaldadas por la comunidad de primatólogos del país que, ante la emergencia, han conformado el “Grupo de Atención SOS Saraguatos” para el envío de grupos de especialistas que participan en el levantamiento de datos en campo, haciendo recorridos y conteos de animales vivos y muertos en Comalcalco y Cunduacán.

A su vez, el grupo ha dirigido cartas de opinión técnica a la Presidencia de la República y a la Semarnat, pero solo la Presidencia ha contestado.

Aseguró que la cifra actual de monos aulladores muertos (alouatta palliata mexicana) es de 234 individuos, “únicamente en Tabasco“.

La ONG aclaró que pese a que la cifra es alta, puede que haya más ejemplares muertos en zonas que no han podido rastrear o explorar.  La única forma de conocerla cifra total es realizando un censo en toda la región de La Chontalpa.

Los ambientalistas expusieron que de acuerdo con los resultados de necropsias y análisis moleculares, se encontró que “el detonante de la mortandad fue el incremento de la temperatura y su permanencia por más de 30 días por arriba de los 42° C”.

Los monos aulladores han estado sometidos “a un estrés constante, debido a la degradación de su hábitat, tala inmoderada, caza, competencia por espacio y alimento, baja calidad de los alimentos, (por los que) tienen que usar alimentos alternativos como enredaderas y bajar al suelo exponiéndose a parásitos y a enfermedades propias de animales domésticos y humanos (virus y bacterias)”.

Con información de Proceso.

Comparte esta noticia