Un paciente que acudió al IMSS de la 509, para recibir atención médica por una fractura, se encontró con una empleada que parecía más interesada en comer pizza que en brindarle ayuda. La experiencia del paciente fue tan desastrosa que decidió denunciar los malos tratos y la indiferencia que sufrió en el área de urgencias.
Según el paciente con fractura en la rodilla tuvo de esperar por horas en una silla de ruedas debido a la falta de camillas, intentó pedir ayuda a la empleada, pero esta le respondió con enojo y le pidió que se callara y esperara su turno. Cuando el paciente insistió en recibir atención, la empleada le dijo que se fuera a otro hospital.
Mientras tanto, la empleada y otros trabajadores se dedicaban a comer pizza, demostrando una falta de empatía y compasión hacia los pacientes que acudían al hospital en busca de ayuda. La experiencia del paciente es un ejemplo alarmante de la indiferencia y el maltrato que pueden sufrir los pacientes en algunos hospitales.
Es inaceptable que los pacientes sean tratados de esta manera, especialmente cuando acuden a los hospitales en busca de ayuda y atención médica. Es hora de que se tomen medidas para garantizar que los pacientes reciban el trato y la atención que merecen.